Más allá de las nomenclaturas y del etiquetado corriente, hay dos cuestiones metodológicas que deben quedar en pie y constituir el punto de partida insoslayable y universal para todo proceso formativo.
En primer lugar, centrar la tarea didáctica en la organización y el uso debido de la inteligencia, con todo lo que ello implica en términos de desarrollo del talento y de la capacidad creativa de quien se encuentra en situación de aprendizaje.
En segundo lugar, enseñar a pensar con rigor y precisión y a actuar con autonomía de pensamiento en función de valores y de un compromiso ético y solidario con los demás.
http://www.infobae.com/2013/10/05/1513800-metodo-montessori-como-aprender-partir-la-curiosidad