Las disfunciones del modo de pensar

La sensación de agobio que aqueja a cada uno de los habitantes de nuestra sociedad responde a un permanente proceso de sobre-estimulación de imágenes que se suceden en fracciones de minutos y segundos. Esta constante proliferación de estímulos de toda índole podría explicar el por qué de las variaciones del estado de ánimo y de los altibajos emocionales de muchos individuos. Así, observamos ese estado de anarquía mental por el que la gente sufre distracciones, desvío de los objetivos propuestos, pérdida del entusiasmo para progresar, apatía, desgano, falta de voluntad, temores y pérdida de la alegría.
Ante este cuadro de situación, que actualmente se ve agravado por episodios que rondan lo inhumano bajo formas de agravios a la vida y a la inteligencia, es preciso acceder a un nuevo estado mental instalando en el vivir cotidiano momentos de reflexión y creatividad. Ello no es fácil, dado que la matriz de pensamiento surgida de la educación familiar y escolar responde a formatos derivados de una cultura centrada en la búsqueda alienante de resultados y en el éxito inmediato como patrón de bienestar. 
 
Lamentablemente, en no pocas familias y escuelas se carece de las estrategias básicas que permitan desde temprana edad habilitar la inteligencia infantil para un aprendizaje en bienestar y fuera de los condicionamientos antipedagógicos que, paradójicamente, muchos padres y docentes no han podido desterrar de la dinámica sutil de los vínculos.
 
Aprender a pensar es el desafío de todo proceso formativo. Sin ello, la acción de los diversos estímulos seguirá adormeciendo las mentes de niños y jóvenes mediante imposiciones manipuladoras y prejuicios que cercenan y debilitan esa energía que constituye el potencial de cada individuo para ser verdaderamente feliz, comunicarse y vincularse con sencillez y alegría.
Dr. Augusto Barcaglioni
Sobre Dr. Augusto Barcaglioni 264 artículos
Dr. en Ciencias de la Educación. Profesor de Lógica y Psicología (UCA). Contacto: barcaglioni@hotmail.com.ar